18 mayo, 2010

Snuff


Suelo referirme siempre a la gente, pero esta vez me solicité pensar en cómo se suceden los hechos cotidianos que generalmente se encuentran concatenados y que son mil veces más macabros su sola fuerza sobrenatural que el instinto criminal, que el odio, que el sexo, que el amor. Cuando pequeña pensaba que tenía mala suerte y otras, buena suerte, pero, ahora que lo veo bien, hay cierta sospechosa sensación que presencias ajenas que se encuentran involucradas con la suerte que toman los sucesos.

Lo que sí siempre estuve segura es que vivimos como en el gran hermano, vigilados, supervisados, limitados. Tal como en las filmaciones snuff, un subgénero gore que registra el secuestro, prisión, tortura psicológica y física hasta que en un momento el psicópata se cansa y termina con el asunto, con la vida. Y bueno, así me siento, una marioneta sólo por ser humana, demasiado humana, a lo cual ya estoy resignada, sin embargo, por nada del mundo me gustaría ver esa cinta cuando me encuentre del otro lado.

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