16 junio, 2007

Panacea


Tétrico y acogedor es el sentimiento que está más arraigado en mí. Es un sentimiento inefable que representa una capacidad o habilidad de derivar los complejos subconscientes, las emociones subyugadas y las ideas reprimidas a un espacio etéreo, a un mundo distinto, en otras palabras, un instrumento de abstracción. Me refiero al juego, mi cura de males, mi retorno a la niñez, a recobrar la desinhibiciones, socavar los pensamientos reprimidos y, lo más importante de todo, poseer nuevamente la capacidad de asombro. El mundo no me dejó ser niña y, si en algo me esmero más que en satisfacer mis sueños, es en alzar la voz por la niñez, la inocencia consciente y el apredizaje eterno y constante, el cual es el anhelo más grande de todos.

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